TPM en Flota Vehicular
Menos fallas, menos costos, más control.
TPM en flota vehicular es ideal para empresas que buscan reducir costos, evitar fallas y profesionalizar su mantenimiento. Ayuda a pasar de lo reactivo a lo preventivo, usando datos reales y rutinas estables para controlar el gasto, aumentar la disponibilidad y transformar el taller en un centro de valor operativo.

5 requisitos esenciales para una implementación TPM exitosa
1. Control básico sobre disponibilidad, costos y mantenimiento de unidades:
No se puede mejorar lo que no se mide.
2. Personal técnico y operativo dispuesto a trabajar con estándares:
Desde el conductor hasta el mecánico deben alinearse.
3. Compromiso de la dirección logística o de transporte:
TPM no es solo del taller: es una decisión estratégica.
4. Visión de largo plazo sobre renovación, cuidado y ciclo de vida de la flota:
No basta con que el vehículo funcione hoy.
5. Rutinas mínimas estables y voluntad de mejora diaria:
Incluso rutas complejas pueden organizarse si hay intención.

5 señales de que tu gestión de flota necesita TPM
1. Solo se reacciona ante fallas, sin planificación ni análisis preventivo.
2. No hay registros confiables de fallas, consumo ni historial técnico.
3. Las decisiones de mantenimiento dependen de “lo que diga el proveedor”.
4. Los errores o retrasos en ruta se ven como parte normal del trabajo.
5. La disponibilidad se mantiene con sobrecarga de esfuerzo, no por confiabilidad.

10 logros alcanzables con TPM bien implementado
1. Reducción sostenida de fallas y paros por encima del 50 %.
2. Aumento en la disponibilidad operativa real de la flota.
3. Programas de mantenimiento preventivo y predictivo aplicados con disciplina.
4. Historial técnico completo y confiable para toma de decisiones.
5. Mejora en el consumo de combustible y eficiencia por kilómetro.
6. Reducción de incidentes por condiciones mecánicas o fallas de conducción.
7. Matriz de habilidades en taller, con técnicos en entrenamiento continuo.
8. Reducción en el uso de refacciones de emergencia o urgencias logísticas.
9. Participación del conductor en el cuidado y diagnóstico básico de su unidad.
10. Transformación del taller en un centro de reparación a un centro de prevención.